clase filosofía tomista 22/08/08

LOS PRINCIPIOS TOMISTAS

1º PRINCIPIO, EL REALISMO:

El realismo sostiene que ST asume y está cierto de que el ser humano es capaz de conocer la verdad. La forma de este conocimiento es una aproximación a la verdad, lo que dista es de poseerla; la conoce de manera objetiva. Las temáticas que va a conocer son los tres grandes temas de la filosofía: dios, el mundo y el hombre. Bajo esta idea, la verdad no es subjetiva y la filosofía tampoco. Es objetiva porque el ser humano para captar la realidad usa los sentidos; ST habla de facultad sensitiva del hombre, con sus sentidos internos y externos.

¿De que manera se capta sensorialmente el mundo?

Se capta sensorialmente, el ser humano capta la realidad del hombre por los cinco sentidos. El ser humano también se puede captar por los sentidos internos. El infante capta a la madre por los sentidos externos. El hombre capta a Dios por los efectos de su existencia, que viene a ser la creación.

¿Por qué el hombre puede aproximarse a la verdad?

Dice ST, porque el hombre está llamado a descubrir la verdad.

2º PRINCIPIO, EL AMOR A LA VERDAD:

El amor a la verdad se concreta en una actitud filosófica que es el eterno cuestionamiento, que se da en los orígenes del ser humano cuando es niño, en su actitud de descubrir el mundo mediante las preguntas. El cuestionamiento implica amor; lo que se ama es la verdad; quien posee la verdad absoluta es Dios, pero el ser humano puede aproximarse a él como amigo, amigo de la sabiduría, o sea, como filósofo.

El término filósofo viene de Pitágoras; le preguntan: ¿usted es sabio?, dice: No, soy amigo de la sabiduría (filósofo).

3º PRINCIPIO TOMISTA, LA UNIVERSALIDAD:

ST dice que “toda verdad, dígala quien la diga, proviene de Dios”.

Dios, a los cuerpos vivientes les ha entregado distintas capacidades, a las plantas, a los animales, a los seres humanos; estas capacidades son facultades.

La facultad es lo que habilita para una determinada función según la naturaleza de quien posee la facultad. Las facultades del ser humano son el entendimiento, la voluntad y la libertad.
Por el entendimiento el ser humano puede conocer; al conocer lo que hacemos nos aproximamos a la verdad.

¿Cómo se da este conocimiento?

Este conocimiento se da intelectivamente: aprehensión de lo cognoscente en lo conocido. Aprender es coger; lo cognoscente es la realidad que captamos; lo conocido es el sujeto que conoce.

¿Por qué podemos conocer?
Dios, para crear al hombre como cuerpo vivo requiere de una materia y una forma. Lo físico es la carne; hay también una interioridad, que proviene de Dios. Madre y padre provienen de Dios. Las facultades del hombre, por lo tanto, provienen de Dios.
4º PRINCIPIO, ARMONÍA ENTRE RAZÓN Y FE:

ST habla de una armonía entre la razón y la fe; fe desde el teólogo y razón desde el filósofo. Esta armonía hace que la razón esté al servicio de la fe, por lo tanto, no puede contradecirla, pero tampoco puede aceptarla sin previamente cuestionarse. Estar al servicio de la fe significa que la actitud filosófica se va a concretizar en preguntas propias de la filosofía:

o ¿QUÉ?
o ¿POR QUÉ?
o ¿PARA QUÉ?

EL QUÉ: en los que hay un análisis de las características que definen a aquello por lo cual se pregunta. Se acude a la característica o cualidad que se percibe sensitivamente, por ello el diccionario contiene las respuestas a los qué, cuyas definiciones contienen las cualidades.

EL POR QUÉ: hace referencia a la esencia de una determinada realidad, que se entiende como aquello que cada cosa es. Para determinar aquello que cada cosa es nos acercamos a la realidad por un proceso de abstracción, que es como a partir de un dato sensible elaboramos un concepto. Hacemos una supresión mental, una resta de los elementos accidentales, de las cualidades que conforman el que, que en filosofía son los accidentes. El por qué hace referencia a aquella supresión mental por medio de la cual a partir de los accidentes (cualidades o respuestas al que) el entendimiento del ser humano realiza el proceso de abstracción, llegando a la esencia de una determinada realidad, es decir, partiendo del dato sensible llegamos al concepto, es decir, la elaboración abstracta y universal de una realidad a la que le suprimimos los accidentes.

EL PARA QUÉ: apunta a la finalidad o sentido de esa realidad. El sentido de la silla es sentarse.
Esta razón con todos sus cuestionamientos no niega la fe, por tanto, estos cuestionamientos hacen que la razón se ponga al servicio de las verdades reveladas. Sin embargo, una razón que niegue la fe no es válida (allí habla como teólogo).

5º PRINCIPIO, VIRTUDES MORALES:

En este punto hay que recurrir a la parte pedagógica de ST, quien pretende de sus discípulos un estado de perfección que consiste en un hombre bueno, un hombre formado en virtudes. Los primeros formadores vienen de la familia, ellos son los llamados a entregar pautas axiológicas. No se tratará de saber las virtudes, sino de concretizarlas. Las cuatro virtudes cardinales son:

o LA PRUDENCIA
o LA JUSTICIA
o LA FORTALEZA
o LA TEMPLANZA

ST toma esta idea de san Ambrosio, que habla de las virtudes cardinales. La palabra cardinal viene de cardo, que significa bisagra. Las bisagras están en las puertas, que son invitaciones a avanzar. Las virtudes son las bisagras y las invitaciones son los actos concretos a realizar. San Ambrosio a su vez toma estas virtudes de platón, de su obra la república.

PRUDENCIA: hacer lo debido, pudiendo discernir lo correcto de lo incorrecto.

JUSTICIA: dar a cada uno lo suyo.

FORTALEZA: dominar el temor sin caer en la temeridad

TEMPLANZA: moderar las pasiones relativas a los apetitos sensitivos (comida/bebida/sexo)

6º PRINCIPIO, DEL BIEN:

Consiste en que todas las virtudes morales no pueden ser virtudes individualistas, es decir, el hombre no se perfecciona para sí mismo, sino que tiene que estar al servicio y procurar el bien de los otros. Volviendo a la concepción pedagógica de ST, al ser los padres los primeros formadores, la idea del bien común se concreta en la imagen de los padres, pues su formación primaria es para la perfección indicada en las virtudes.


LOS TIPOS DE HOMBRE

o ERUDITO
o CULTO
o SABIO
o FILÓSOFO
o IGNORANTE
o FILODOXO
o SOFISTA

EL ERUDITO: es aquel que se aproxima a la cultura desde un punto de vista amplio, por lo tanto, no profundiza en el saber cultural. Conoce, pero no es experto; obtiene conocimiento de la lectura. Puede olvidar ciertos temas o desconocerlos, entonces habla en forma suspensiva o cede la palabra

EL CULTO: es aquel hombre que posee cualidades intelectuales y sensibilidad especial; su dominio proviene no de la lectura, sino de la interacción o escucha de los otros.

EL SABIO: es el que posee la verdad

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